Características de una persona tolerante
Indique 5 características de la tolerancia
La tolerancia no es fácil. Como dependemos tanto de nuestras propias experiencias y visión del mundo, puede ser difícil ver las cosas desde la perspectiva de otra persona o aceptar que el punto de vista de otra persona puede ser igual de válido que el nuestro. Pero la tolerancia es una habilidad que puede aportar mayor paz y armonía a nuestras vidas y a las de los demás. He aquí 4 consejos para fomentar la tolerancia hacia los demás.
Reconoce que nadie puede hacerte sentir de una manera determinada sin tu permiso. Si te sientes enfadado, herido o molesto, debes saber que tienes el poder de cambiar tus emociones. Pasa de una actitud de «esta persona me ha disgustado» a «me siento disgustado por algo que esta persona ha dicho o hecho, pero no tengo por qué seguir así. Tengo el poder de elegir mis reacciones».
En muchos casos, cuando no somos tolerantes con los demás es simplemente porque no los entendemos. Cultivando una mente abierta, aprendiendo sobre otras culturas y personas, y ampliando nuestros horizontes, aumentamos nuestra capacidad de comprender y aceptar a los demás.
La virtud de la tolerancia
«Tienes derecho a tus propias opiniones», declara el senador Daniel Patrick Moynihan, «pero no tienes derecho a tus propios hechos». Esto capta sucintamente (y de forma bastante contundente) el alcance y los límites esenciales de la tolerancia.
Algunos comportamientos son tan erróneos que no pueden tolerarse. Los imperativos morales categóricos de no matar, robar o engañar maliciosamente a los demás son ejemplos de comportamientos que están fuera de los límites de la tolerancia. Una persona tolerante no tolera esos comportamientos reprobables.
La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó 1995 como el Año de las Naciones Unidas para la Tolerancia, con la UNESCO como organización principal. Su Declaración de Principios sobre la Tolerancia aborda el significado de la tolerancia de la siguiente manera
1.2 La tolerancia no es una concesión, una condescendencia o una indulgencia. La tolerancia es, ante todo, una actitud activa impulsada por el reconocimiento de los derechos humanos universales y las libertades fundamentales de los demás. En ningún caso puede utilizarse para justificar la violación de estos valores fundamentales. La tolerancia debe ser ejercida por individuos, grupos y Estados.
Por qué soy tan intolerante con los demás
La tolerancia es una cualidad especial. Significa llevarse bien con las personas que son diferentes a nosotros. Es un rasgo vital para la convivencia pacífica y para construir relaciones cordiales y amistosas entre las personas. Ser tolerante requiere de nosotros paciencia, comprensión y aceptación de lo diferente. Las personas son diferentes a nosotros en muchos aspectos. Algunos tienen diferentes creencias religiosas, otros tienen diferentes creencias políticas. Algunos son de una etnia diferente, otros de un género diferente. Hay lenguas diferentes, vestidos diferentes, cocina diferente, incluso hábitos y aspiraciones diferentes. Así pues, la diversidad tiene muchas facetas y es un rasgo distintivo de la condición humana. Ser tolerante con las personas requiere aceptación. Cuando aceptamos las diferencias, no nos preocupa ni nos angustia borrarlas. Entonces nos damos cuenta de que el mundo no está destinado a ser monolítico y que la diversidad es algo natural. Nos identificaremos como individuos tolerantes si mostramos los siguientes signos:
Aprender la tolerancia a partir de los ejemplos del Corán. La tolerancia es un tema central en el texto sagrado del Islam. A los emisarios elegidos por Dios se les dijo que la tolerancia era un rasgo de carácter clave que permitía calificarse como individuo justo (2:256). Se reveló al Mensajero (saws) que cada uno es responsable de su propia conducta y debe responder ante Dios por sí mismo; por tanto, si la gente no es receptiva al mensaje, no debe desesperar (6:34). En ningún caso se debe obligar a la gente a seguir el camino de la rectitud (10:99). Que su trabajo consistía únicamente en transmitir el mensaje, mientras que correspondía a Dios pedir cuentas a la gente (13:40). Esta norma profética contrasta fuertemente con la mentalidad de «más santo que tú» que prevalece en muchos que piensan que tienen una especie de misión divina para obligar a la gente a la «rectitud». Que su versión de la moralidad debe ser impuesta, incluso a aquellos que desean seguir un curso alternativo. Esto no es lo que se instruye en el Corán. El mandato coránico se refiere a la aceptación voluntaria de sus mandatos. Sólo dará fruto aquella creencia que se acepte por voluntad propia y no por presión. La creencia forzada es inútil e inválida porque no nos motiva a actuar.
5 beneficios de la tolerancia
Conversacionalmente, hablamos de una persona tolerante como alguien que acepta y tiene la mente abierta. Pero como rasgos de la personalidad, la tolerancia y la intolerancia tienen significados diferentes. El hecho de que una persona sea tolerante o intolerante también afecta a su forma de actuar en el lugar de trabajo.
Tanto la intolerancia como la tolerancia se sitúan en un espectro. Algunas personas pueden tener una ligera tendencia a la intolerancia que afecta sobre todo a su propio estilo de trabajo, mientras que otras pueden ser extremadamente rígidas en su trato con los demás. El tipo de personalidad general de una persona también influirá en cómo se desarrolla su intolerancia.
Una persona tolerante es mucho más propensa a saltarse las normas (o, en el extremo, puede ni siquiera pensar que las normas se aplican). Por lo general, se centran más en el resultado final que en seguir un determinado manual para llegar a él.
Las personas tolerantes tienden a ser caracterizadas por sus compañeros como personas con las que es fácil trabajar, especialmente en función de su tipo de personalidad general. Saber cómo gestionar, contratar y colaborar con personas tolerantes puede ayudarte a sacar el máximo provecho de tu relación profesional.