¿cómo se impone la heteronormatividad?
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En el marco de la Teoría de la Justificación del Sistema, este estudio puso a prueba en los datos de archivo de 16 países europeos la hipótesis general de que la homonegatividad (HN), como expresión del binarismo de género y la heteronormatividad, funciona como mito legitimador de la jerarquía de género. En concreto, planteamos la hipótesis de que (1) la justificación del sistema (SJ) se relacionaría positivamente con la HN y (2) esta relación dependería del nivel de jerarquía de género del país, (3) del género de los encuestados y (4) de la interacción entre la jerarquía de género y el género. Seleccionamos el Índice de Igualdad de Género (IEG) como indicador de la jerarquía de género del sistema del país y los ítems de la Encuesta Social Europea-Ronda 9 (ESS-9) como indicadores del género de los encuestados y de los niveles de SJ y HN. El modelo lineal jerárquico (HLM) confirmó parcialmente las hipótesis, sugiriendo que la HN funciona como un prejuicio flagrante y es más viable como mito legitimador en las mujeres de los países con mayor jerarquía de género y en los hombres de los países más igualitarios. En ambos casos, la HN sirve como mito para justificar la premisa ontológica de los participantes de que el mundo es justo y para contrarrestar la disonancia cognitiva generada por la percepción de un sistema desigual de género (en el caso de una mujer) o por la percepción de un sistema igualitario de género que puede amenazar los privilegios de género (en el caso de un hombre).
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Nyx McLean no trabaja, asesora, posee acciones ni recibe financiación de ninguna empresa u organización que pueda beneficiarse de este artículo, y no ha revelado ninguna afiliación relevante más allá de su nombramiento académico.
La heteronormatividad se ha convertido en una palabra familiar en los debates sobre género y sexualidad. Es un concepto desarrollado por el teórico social Michael Warner en 1991, y se refiere a la experiencia heterosexual que se posiciona como la única forma «normal» de ser o vivir.
Cuando esto ocurre, se convierte en «otra» cualquier experiencia que no encaje en ese molde. Esta alteración puede adoptar la forma de exclusión social y económica, violencia -a menudo sancionada por el Estado-, encarcelamiento e incluso muerte. Refuerza el binario de género y los estereotipos de género que lo acompañan. De este modo, no sólo perjudica a quienes no son heterosexuales. También perjudica a los que lo son al limitar las opciones que tienen. Por ejemplo, se espera que los hombres heterosexuales interpreten su género de una manera determinada, siendo fuertes y musculosos, con las emociones bajo control, y con pocas probabilidades de explorar una mayor gama de emociones que puedan ser consideradas demasiado femeninas para que no se les considere «no un hombre de verdad».
francisco mel
La heteronormatividad es el concepto de que la heterosexualidad es el modo preferido o normal de orientación sexual[1]. Asume el binario de género (es decir, que sólo hay dos géneros distintos y opuestos) y que las relaciones sexuales y matrimoniales son más adecuadas entre personas de sexo opuesto. Una visión heteronormativa implica, por tanto, la alineación del sexo biológico, la sexualidad, la identidad de género y los roles de género. La heteronormatividad suele estar relacionada con el heterosexismo y la homofobia[1][2] Los efectos de la heteronormatividad social sobre las personas lesbianas, gays y bisexuales pueden examinarse como privilegio heterosexual o «heterosexual»[3].
Michael Warner popularizó el término en 1991,[4] en una de las primeras obras importantes de la teoría queer. Las raíces del concepto se encuentran en la noción de Gayle Rubin del «sistema sexo/género» y en la noción de Adrienne Rich de la heterosexualidad obligatoria[5]. Desde el principio, las teorías de la heteronormatividad incluyeron una mirada crítica al género; Warner escribió que «toda persona que llega a una autocomprensión queer sabe de una manera u otra que su estigmatización está intrincada con el género. … Ser queer … significa ser capaz, de forma más o menos articulada, de desafiar la comprensión común de lo que significa la diferencia de género»[4] Lauren Berlant y Warner desarrollaron aún más estas ideas en su ensayo seminal, «Sex in Public»[6].
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Algunos consideran que la heteronormatividad es un concepto muy abstracto, pero tiene graves implicaciones para el desarrollo internacional. El término heteronormatividad surgió de la «Teoría Queer» y es la suposición de que la heterosexualidad es la norma y cualquier otra forma de deseo, expresión o relación sexual es «anormal» o «incorrecta». Se basa en la suposición de que sólo hay dos sexos, hombres y mujeres, que existen en un binario. La heteronormatividad estructura instituciones como el matrimonio, y esto produce un conjunto de ideas e ideales sobre cómo debe organizarse la sexualidad. El análisis de la heteronormatividad nos permite ver cómo determinadas concepciones de la sexualidad y el género se incrustan y se entretejen en el tejido mismo de nuestras instituciones y vidas cotidianas de forma poderosa, discriminatoria y excluyente.
En el ámbito del desarrollo, ha habido investigaciones, políticas y prácticas que han ofrecido un análisis del impacto de la heteronormatividad o han cuestionado las malas prácticas. El deseo de cuestionar y desbaratar las posturas aparentemente «de sentido común» sobre el género y la sexualidad ha impulsado, o ha sido impulsado por, el trabajo sobre el empoderamiento de las mujeres, los derechos sexuales y el VIH.