¿qué estrategias se utilizan para atender la diversidad en el aula?
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factores que propician la diversidad en el aula
Todas las aulas deben atender a alumnos diversos. Enseñar en un aula de 30 o más alumnos hace inevitable tener a su cargo a personas que abarcan un amplio espectro de estilos y capacidades de aprendizaje. Los profesores deben planificar actividades que atraigan y hagan participar a todos los alumnos, desde el más callado, que no quiere hablar delante de la clase, hasta el más ruidoso, que se ofrece siempre como voluntario.
Los alumnos son muy variados. Cada persona a la que enseñe en su carrera tendrá un conjunto diferente de intereses, puntos fuertes y objetivos, independientemente de la edad, la capacidad o la materia. Identificar los tipos de alumnos que hay en el aula y planificar actividades que tengan elementos que les atraigan es un buen punto de partida a la hora de elaborar los planes de clase para una clase de capacidades mixtas.
La enseñanza diferenciada puede atraer a distintos tipos de alumnos. El término se refiere a la presentación de los conocimientos y las instrucciones de forma diferente, ya sea a distintos grupos o de varias maneras. Esto puede significar explicar la actividad a toda la clase y luego hacer una demostración práctica o distribuir instrucciones escritas que también se explican brevemente.
¿qué deben entender los profesores para abordar la diversidad de los alumnos en sus aulas?
La enseñanza inclusiva se refiere a la pedagogía que se esfuerza por atender las necesidades de todos los estudiantes, independientemente de su origen o identidad, y apoyar su compromiso con el material de la asignatura. Escuchar diversas perspectivas puede enriquecer el aprendizaje de los alumnos al exponer a todos a un debate estimulante, ampliar los enfoques de los temas tradicionales y contemporáneos y situar el aprendizaje dentro de los propios contextos de los alumnos al tiempo que se exploran dichos contextos. Los estudiantes están más motivados para tomar el control de su aprendizaje en entornos de clase que los reconozcan, establezcan conexiones relevantes con sus vidas y respondan a sus preocupaciones únicas (Ambrose et. al, 2010).
La enseñanza inclusiva se basa en el instinto básico del instructor de garantizar que se escuchen todas las voces y que todos los estudiantes tengan la oportunidad de participar plenamente en el proceso de aprendizaje, profundizando un poco más en el motivo de los desequilibrios de participación. Para desarrollar este complejo clima, los instructores deben practicar una mezcla de conciencia intrapersonal e interpersonal, revisión regular del plan de estudios y conocimiento de las prácticas inclusivas (Salazar et. al, 2009). En particular, la enseñanza inclusiva comienza por considerar una serie de preocupaciones: ¿por qué algunos tipos de estudiantes parecen participar con más frecuencia y aprender más fácilmente que otros? ¿Cómo pueden influir los supuestos culturales en la interacción con los alumnos? ¿Cómo pueden influir las identidades, ideologías y antecedentes de los estudiantes en su nivel de compromiso? Por último, ¿cómo podría el rediseño del curso y de la enseñanza fomentar la plena participación y proporcionar accesibilidad a todo tipo de estudiantes? Los instructores pueden considerar una variedad de ejemplos y estrategias para dominar la pedagogía de la enseñanza inclusiva.
actividades para promover la diversidad en el aula
La diversidad cultural en las aulas va en aumento. En 2014, las escuelas públicas de Estados Unidos alcanzaron un hito de mayoría minoritaria, ya que los estudiantes latinos, afroamericanos y asiáticos superaron el número de estudiantes blancos. En 2044, el censo de Estados Unidos predice que más de la mitad de la población del país será de color, por lo que es probable que esta tendencia continúe.
En nuestra sociedad cada vez más diversa y multicultural, es más importante que nunca que los profesores incorporen en el aula una instrucción culturalmente receptiva, tanto si enseñan a alumnos de primaria, como de secundaria o de bachillerato. Y el aumento de la diversidad no sólo se refiere a la raza y el origen étnico; puede incluir a estudiantes de diferente religión, situación económica, orientación sexual, identidad de género y antecedentes lingüísticos.
Fomentar la inclusión y la concienciación en torno a la educación multicultural y adoptar un enfoque culturalmente receptivo en la enseñanza beneficia a todos los estudiantes. La creación de una mayor conciencia e inclusión multicultural no sólo ayuda a los estudiantes con diferentes orígenes y necesidades a tener éxito, sino que fomenta la aceptación y ayuda a preparar a los estudiantes para prosperar en un mundo exponencialmente diverso. Nuestro programa de certificación en bienestar social, emocional y conductual es una gran oportunidad para que los profesores aprendan a crear entornos positivos en el aula y puede servir como base para entender cómo promover la diversidad en su clase.
cómo promover el multiculturalismo en el aula
Ser culturalmente receptivo es una característica crítica y necesaria de nuestras interacciones con los demás. También es de vital importancia en el contexto de la educación. La enseñanza culturalmente receptiva es un enfoque que «capacita a los estudiantes intelectual, social, emocional y políticamente mediante el uso de referentes culturales para impartir conocimientos, habilidades y actitudes» (Ladson-Billings, 2014). Las siguientes prácticas proporcionan cinco estrategias esenciales para que los educadores puedan hacer que sus entornos de aprendizaje sean más sensibles a la cultura.
Los prejuicios pueden existir de muchas formas y a menudo provienen de visiones del mundo inherentes que nos fueron inculcadas durante la infancia. Nuestras creencias y prejuicios también están moldeados por nuestra educación, familia, amigos y compañeros, y pueden adoptar muchas formas, como la religiosa, de género, cultural, académica o algo menos consecuente como el color, la comida o el tamaño, entre otras.
En un entorno educativo, el sesgo del profesorado suele ser un problema muy real. Lo vemos regularmente en las aulas en las que un alumno percibe que el profesor es injusto o que las prácticas de calificación no son coherentes de un alumno a otro. Esta percepción puede ser exacta o no, y no ser conscientes de nuestros prejuicios puede influir en las decisiones pedagógicas. Por ejemplo, en una comunidad predominantemente blanca y de clase media, lamentablemente, los profesores pueden rebajar las expectativas en función de la cultura y/o la raza de un alumno. Los prejuicios inconscientes también pueden contribuir a un pensamiento erróneo. Por ejemplo, los prejuicios implícitos pueden hacer que un profesor piense que las mujeres no pueden sobresalir en matemáticas o que los alumnos introvertidos y callados no entienden la lección por su escasa participación. Ser conscientes de que todos tenemos prejuicios no los cambiará, pero puede ayudarnos a tomar decisiones más informadas y a valorar las diferencias desde varias perspectivas para no perpetuar la desigualdad.