¿qué importancia tiene el rasgo ético para la sexualidad?
Filosofía de la sexualidad pdf
Este ámbito depende del alcance que se le dé al sexo. Desde una perspectiva freudiana, gran parte de la vida implica el eros (así como el instinto de muerte, etc.), mientras que para otros, la sexualidad sólo se refiere a cuestiones que implican el uso y la excitación de los órganos sexuales. Parece deseable algún tipo de camino intermedio. Tal vez la mejor manera de medir el alcance de la sexualidad para los seres humanos sea afirmar que un caso paradigmático (o claro) de sexualidad implica la excitación de los órganos sexuales o acontecimientos que provocan o provocarían naturalmente dicha excitación (en igualdad de condiciones). Así, el coito o la autoestimulación sexual (masturbación o autoerotismo) parecen casos claros de sexualidad y también lo serían los eventos que se aproximan a ella, por ejemplo, la estimulación sexual pero sin coito e independientemente del orgasmo o la eyaculación. Habrá áreas y acciones que sean difíciles de clasificar: por ejemplo, ¿cuándo es sexual un sentimiento de atracción hacia alguien y cuándo es un juego de coqueteo y, por lo tanto, roza la sexualidad y cuándo no?
¿es moralmente aceptable hacer el amor sin intención de tener hijos?
Este artículo necesita citas adicionales para su verificación. Por favor, ayude a mejorar este artículo añadiendo citas de fuentes fiables. El material sin fuente puede ser cuestionado y eliminado.Buscar fuentes: «Ética sexual» – noticias – periódicos – libros – académico – JSTOR (enero de 2008) (Aprende cómo y cuándo eliminar este mensaje de la plantilla)
La ética sexual o la ética del sexo (también la moral sexual) es una rama de la filosofía que considera la ética o la moralidad o no en el comportamiento sexual. La ética sexual busca comprender, evaluar y criticar las relaciones interpersonales y las actividades sexuales desde una perspectiva social, cultural y filosófica. Algunas personas consideran que los aspectos de la sexualidad humana, como la identificación de género y la orientación sexual, así como el consentimiento, las relaciones sexuales y la procreación, dan lugar a cuestiones de ética sexual.
Históricamente, las nociones predominantes de lo que se considera ético desde el punto de vista sexual han estado vinculadas a la filosofía y a las enseñanzas religiosas[1]. Más recientemente, el movimiento feminista ha hecho hincapié en la elección personal y el consentimiento en las actividades sexuales.
Cómo se ve el yo ético en la respuesta a la sexualidad humana
Aunque a veces nos resulte incómodo o embarazoso hablar con los jóvenes sobre el sexo y las relaciones, investigaciones como las de la ABS demuestran lo importante que es iniciar conversaciones sobre relaciones éticas y respetuosas desde una edad temprana. Hacerlo tiene el potencial de contribuir a la prevención de la violencia sexual.
Pero no siempre proporcionamos a los jóvenes información sobre el consentimiento sexual y la negociación de las relaciones románticas o sexuales como parte de la educación sexual, a pesar de que las investigaciones indican que los jóvenes quieren y necesitan esta información (Mitchell et al., 2014).
Un enfoque ético del sexo requiere que desafiemos el sistema jerárquico de valores sexuales que considera que ciertas prácticas o identidades sexuales son inherentemente «buenas» o «malas». Debemos centrarnos en la medida en que los jóvenes tratan a sus parejas sexuales con respeto, teniendo en cuenta el placer y el deseo mutuos, y la ausencia de coerción (Rubin, 1992).
Un enfoque ético del sexo requiere que seamos conscientes de la dinámica de poder en relación con nuestras parejas sexuales. Por ejemplo, ¿tiene una de las partes poder o control directo sobre la otra, por ejemplo, un empleador y un empleado?
Ética del género y la sexualidad
La filosofía de la sexualidad explora estos temas tanto conceptual como normativamente. El análisis conceptual se lleva a cabo en la filosofía de la sexualidad para aclarar las nociones fundamentales del deseo sexual y la actividad sexual. El análisis conceptual también se lleva a cabo para intentar llegar a definiciones satisfactorias de adulterio, prostitución, violación, pornografía, etc. El análisis conceptual (por ejemplo: ¿cuáles son los rasgos distintivos de un deseo que lo convierten en deseo sexual en lugar de otra cosa? ¿En qué se diferencia la seducción de la violación no violenta?) suele ser difícil y aparentemente puntilloso, pero resulta gratificante de forma imprevista y sorprendente.
Algunos filósofos de la sexualidad llevan a cabo el análisis conceptual y el estudio de la ética sexual por separado. Creen que una cosa es definir un fenómeno sexual (como la violación o el adulterio) y otra muy distinta evaluarlo. Otros filósofos de la sexualidad creen que no se puede hacer una distinción sólida entre definir un fenómeno sexual y llegar a evaluaciones morales del mismo, que los análisis de los conceptos sexuales y las evaluaciones morales de los actos sexuales se influyen mutuamente. Si existe realmente una distinción clara entre los valores y la moral, por un lado, y los hechos naturales, sociales o conceptuales, por otro, es una de esas cuestiones fascinantes e interminablemente debatidas en filosofía, y no se limita a la filosofía de la sexualidad.