¿que le hizo narciso a eco?
Cómo murió narciso
Eco y NarcisoWAG 2967En pantallaInformaciónNarciso era hijo del dios del río Cefiso y de la ninfa Liria. Era deseado por hombres y mujeres debido a su belleza juvenil. Un admirador era el joven Aminias. Este profesó su amor por Narciso, pero fue rechazado por él. Más tarde, Aminias se suicidó de pena y rabia, rogando a los dioses que dieran una lección a Narciso. Estos idearon la venganza definitiva.
Un día, poco después, se dice que Narciso se encontró con un estanque en el bosque. Cuando se inclinó para beber, vio la figura más hermosa en el reflejo del agua. Se enamoró al instante de la joven, sin darse cuenta de que era su propio reflejo. Al final, Narciso muere de pena en la orilla del estanque, mirando con nostalgia su propio reflejo, desconsolado porque su amor no puede ser correspondido por su reflejo.
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Como (supuestamente) sucedióLa historia cortaEco se enamora de Narciso, pero a éste no le gusta. Eco procede a suspirar por Narciso hasta que su cuerpo se marchita y sólo queda su voz. Mientras tanto, Narciso se detiene a beber en un pequeño estanque. Cuando Narciso ve su reflejo en el agua del estanque, se enamora perdidamente de sí mismo. Incapaz de capturar su reflejo, Narciso se queda junto al estanque hasta que muere de hambre. Bastante sencillo, en realidad. El cuento menos cortoPara que lo sepas, este resumen se basa en una versión del cuento escrita por el poeta romano Ovidio. La historia se incluye como parte de Las Metamorfosis, un libro que Ovidio escribió sobre los orígenes y la historia de la cultura romana. Bien, pasemos al resumen.
El mito de eco y narciso
La historia de Eco y Narciso es uno de los relatos más perdurables de la mitología griega, y la historia de amor propio y no correspondido se ha contado y adaptado a lo largo de muchos cientos de años.
Eco era una ninfa de Oreiad del monte Cithaeron, en Beocia. Los padres de la ninfa de la montaña nunca se aclaran, pero fue educada en la música por las Musas Jóvenes. Hermosa por derecho propio, Eco fue perseguida tanto por Apolo como por Pan, pero rechazó sus avances, y aunque Zeus no persiguió a Eco, se sirvió de la ninfa de la montaña. Mientras que Zeus se divertía con otras ninfas, Eco hablaba durante horas con Hera, distrayendo a la diosa de las indiscreciones de Zeus. Hera acabó reconociendo el papel que estaba desempeñando Eco en la facilitación de los asuntos de su marido, por lo que Hera maldijo a Eco para que dejara de tener voz propia, y la ninfa sólo fuera capaz de repetir las palabras de los demás.
Narciso era un apuesto joven de la ciudad de Tespia, en Beocia, y generalmente se le consideraba hijo del potamoi Cefiso y de la oceánide Liriope, aunque ocasionalmente se nombraba a Narciso como hijo de Endimión y Selene. Cuando todavía era un niño, el vidente ciego Tiresias hizo una profecía según la cual Narciso tendría una larga vida sólo mientras no se «conociera a sí mismo», aunque el significado de esto no está del todo claro. Podría traducirse como que Narciso no debía mirarse a sí mismo, lo que encaja con la caída de Narciso, pero igualmente podría interpretarse como que Narciso debía permanecer humilde. Narciso crecería hasta convertirse en uno de los más bellos de todos los mortales, con una belleza a la altura de Endymion, Adonis o Jacinto. Narciso se convertiría en un cazador de ciervos, pero su belleza le valió muchos admiradores tanto masculinos como femeninos, y tanto mortales como inmortales.
Eco y narciso: clave de respuestas
La historia de Eco y Narciso es una de las más famosas de toda la mitología clásica. Pero, en realidad, se trata de un caso en el que se juntan varios mitos diferentes. Narciso se ha convertido en sinónimo de amor propio, y el adjetivo «narcisista» y el sustantivo «narcisismo» se han acuñado para describir el tipo de comportamiento que él mismo exhibía.
La mujer que le amaba, por su parte, tiene un nombre curioso: Eco. Sin embargo, Eco tiene su propia historia, y sólo fue asociada a Narciso por los romanos, y no por los griegos originales, que idearon las figuras de Eco y Narciso.
Narciso era un joven hermoso, hijo del dios Cefiso y de una ninfa llamada Leiriope. Tiresias, el vidente o profeta ciego que aparece a menudo en los mitos griegos para advertir a los personajes de que no hagan determinadas cosas, profetizó que Narciso viviría hasta ser un anciano siempre que no se mirara a sí mismo.
El problema, sin embargo, era que Narciso era hermoso, tanto que todos los chicos y chicas que lo veían quedaban impactados por su belleza y lo deseaban. Muchos de ellos se consumían en un amor no correspondido y en la desesperación porque él los ignoraba, y algunos morían de pena.