¿quién castiga a narciso y cómo lo hace?
cómo murió narciso
Zeus había encomendado a Eco la tarea de entretener a su esposa Hera con historias, para que tuviera tiempo de escabullirse y flirtear con las ninfas. Hera era conocida por su naturaleza celosa y vengativa. Siempre recelosa de Zeus, confundió a Eco con el objeto de sus afectos groseros. Lanzó un hechizo sobre la desafortunada ninfa: a partir de ese día, Eco sólo sería capaz de repetir las últimas palabras dirigidas a ella y nunca volvería a pronunciar las suyas.
Némesis, la diosa de la venganza, castigó a Narciso por no aceptar el amor no correspondido de Eco. Némesis hizo que se enamorara de su propio reflejo que vio en un estanque cercano a la cueva donde Eco había muerto. Narciso se negó a dejar el reflejo de sí mismo y, al igual que Eco, la inanición lo iba a reclamar. Pero no antes de gritar a su reflejo: «Adiós, querido muchacho. Amado en vano». La voz de Eco repitió «adiós» desde la cueva y Narciso murió en la orilla del estanque.
Al cabo de un tiempo, Eco empezó a adelgazar por inanición hasta que su cuerpo se marchitó por completo hasta convertirse en polvo, sin dejar nada más que su voz. Hasta hoy, la voz de Eco sigue llamando desde cuevas y laberintos, repitiendo para siempre las últimas palabras pronunciadas. Y así termina la historia de Eco y Narciso.
narciso hades
Narciso era un cazador e hijo del dios del río Cefiso y de la ninfa del bosque Liriope. Conocido por su belleza, Narciso era muy vanidoso y despreciaba a todas las que se enamoraban de él. Una de ellas era una ninfa del bosque llamada Eco, que fue maldecida por Hera para que repitiera lo último que alguien cercano a ella dijera después de que Eco intentara ocultar a la diosa reina las lujurias de Zeus con otras ninfas del bosque. Intentó confesar su amor a Narciso, pero éste la rechazó fríamente. Su desamor fue tan fuerte que se retiró a las montañas solitarias, marchitándose hasta que sólo quedó su voz. La diosa de la venganza Némesis se enteró de esta historia y castigó a Narciso haciendo que se enamorara de su propio reflejo en un estanque de agua. Enamorado de sí mismo, Narciso se negó a moverse del estanque, incluso para comer y beber. Finalmente, murió de sed junto al estanque. Los dioses transformaron su cuerpo en el de una pequeña flor blanca, llamada entonces flor de narciso. Por eso, a menudo se ven crecer cerca de las masas de agua, como si Narciso siguiera admirando su reflejo, incluso como flor (marzo, 2009).
resumen del mito de narciso
Cómo (supuestamente) sucedióLa historia cortaEco se enamora de Narciso, pero a éste no le gusta. Eco procede a suspirar por Narciso hasta que su cuerpo se marchita y sólo queda su voz. Mientras tanto, Narciso se detiene a beber en un pequeño estanque. Cuando Narciso ve su reflejo en el agua del estanque, se enamora perdidamente de sí mismo. Incapaz de capturar su reflejo, Narciso se queda junto al estanque hasta que muere de hambre. Bastante sencillo, en realidad. El cuento menos cortoPara que lo sepas, este resumen se basa en una versión del cuento escrita por el poeta romano Ovidio. La historia se incluye como parte de Las Metamorfosis, un libro que Ovidio escribió sobre los orígenes y la historia de la cultura romana. Bien, pasemos al resumen.
significado de la historia de narciso
En la mitología griega, Narciso (/nɑːrˈsɪsəs/; griego antiguo: Νάρκισσος Nárkissos) era un cazador de Tespiae en Beocia (alternativamente Mimas o la actual Karaburun, Izmir) que era conocido por su belleza. Según Tzetzes, rechazó todas las insinuaciones románticas y acabó enamorándose de su propio reflejo en un estanque de agua, al que miró fijamente durante el resto de su vida. Tras su muerte, en su lugar brotó una flor con su nombre.
El personaje de Narciso es el origen del término narcisismo, una fijación con uno mismo. Esta cualidad, a su vez, contribuye a la definición del trastorno narcisista de la personalidad, una condición psiquiátrica marcada por la grandiosidad, la necesidad excesiva de atención y admiración y la incapacidad de empatizar.
El nombre es de etimología griega. Según R. S. P. Beekes, «[l]os sufijos [-ισσος] apuntan claramente a una palabra pregriega»[1] La palabra narciso se ha llegado a utilizar para el narciso, pero no está claro si la flor se llama así por el mito o el mito por la flor, o si hay alguna conexión verdadera. Plinio el Viejo escribió que la planta se llamaba así por su fragancia (ναρκάω narkao, «me adormezco»), no por la juventud.