¿qué es género según los autores?
Definición y ejemplo de género
Los términos «sexo de nacimiento», «sexo natal», «transexual» y «travesti» son considerados despectivos por los estudiosos de la investigación psicológica TGNC; por muchas personas que se identifican como transgénero, no conformes con el género o no binarios; y por las personas que muestran diversidad de género. Por lo tanto, estos términos despectivos deben evitarse. Además, «sexo de nacimiento» y «sexo natal» implican que el sexo es una característica inmutable sin influencia sociocultural. Es más apropiado utilizar «sexo asignado» o «sexo asignado al nacer», ya que esto describe funcionalmente la asignación de un término de sexo (frecuentemente masculino o femenino binario; sin embargo, la intersexualidad es una asignación precisa para algunos) basada en la observación de los genitales y/o la determinación de los cromosomas y las estructuras anatómicas del cuerpo al nacer, que necesariamente se interpreta dentro de un contexto sociocultural. El término «transexual» está en gran medida obsoleto, pero algunas personas se identifican con él; este término debe utilizarse sólo para un individuo que lo reclame específicamente.
Para referirse a todos los seres humanos, utilice términos como «individuos», «gente» o «personas» en lugar de «hombre» o «humanidad» para ser preciso e inclusivo. Evite las terminaciones de género como «hombre» en los títulos profesionales (por ejemplo, utilice «agente de policía» en lugar de «policía»), ya que pueden ser ambiguas y pueden implicar incorrectamente que todas las personas del grupo se identifican como un solo género. En su lugar, utilice un término no sexista si es posible (por ejemplo, «ama de casa» en lugar de «ama de casa»). Si utiliza fuentes que incluyen el genérico «hombre», el genérico «él» o títulos ocupacionales fechados, aclare el contexto histórico en el que se utilizaron estos términos.
Definición de género por diferentes autores
El género es el conjunto de características que pertenecen a la feminidad y la masculinidad y que las diferencian. Dependiendo del contexto, puede incluir las estructuras sociales basadas en el sexo (es decir, los roles de género) y la identidad de género[1][2][3] La mayoría de las culturas utilizan un género binario, con dos géneros (niños/hombres y niñas/mujeres);[4][5][6] los que existen fuera de estos grupos pueden caer bajo el término paraguas de no binario. Algunas sociedades tienen géneros específicos además de «hombre» y «mujer», como los hijras del sur de Asia; a menudo se les denomina tercer género (y cuarto género, etc.). La mayoría de los estudiosos coinciden en que el género es una característica central para la organización social[7].
El sexólogo John Money suele considerarse el primero en introducir una distinción terminológica entre el sexo biológico y el «rol de género» (que, tal y como se definió originalmente, incluye los conceptos tanto de rol de género como de lo que posteriormente se conocería como identidad de género) en 1955[8][9], aunque Madison Bentley ya había definido en 1945 el género como el «anverso socializado del sexo»,[10][11] y el libro de Simone de Beauvoir de 1949 El segundo sexo se ha interpretado como el inicio de la distinción entre sexo y género en la teoría feminista[12][13].
Qué es la identidad de género
Las opiniones expresadas son las del autor o autores y no representan necesariamente las del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo. La mención de un nombre de marca no constituye una aprobación del producto y se da sólo a título informativo. Existe una edición en microficha.
El debate sobre el desarrollo ha avanzado considerablemente desde la Primera Década del Desarrollo de las Naciones Unidas en la década de 1960, que hizo hincapié en el crecimiento económico y el enfoque de «goteo» como clave para reducir la pobreza. Uno de los avances notables en el debate ha sido el paso a considerar la igualdad de género como un elemento clave del desarrollo. Las preocupaciones de las mujeres se integraron por primera vez en la agenda del desarrollo en la década de 1970. La decepción por el enfoque de «goteo» allanó el camino para la adopción de la estrategia de necesidades básicas, que se centró en aumentar la participación y los beneficios del proceso de desarrollo para los pobres, así como en reconocer las necesidades y contribuciones de las mujeres a la sociedad. Las activistas expusieron los problemas de las mujeres en foros nacionales e internacionales. A raíz de estos acontecimientos, el movimiento de las mujeres en el desarrollo respaldó la mejora de la conciencia y las capacidades de las mujeres, con el fin de permitirles examinar su situación y actuar para corregir sus posiciones de desventaja. El movimiento también afirmó que dar a las mujeres un mayor acceso a los recursos contribuiría a un proceso de desarrollo equitativo y eficiente.
Qué son las relaciones de género
Libros con títulos como «Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus: La guía clásica para entender al sexo opuesto» (Gray 1992) o «Por qué los hombres no escuchan y las mujeres no saben leer mapas: How We’re Different and What to Do About It» (Pease & Pease 2001) han inundado las estanterías de las librerías durante los últimos años. El tema de las diferencias de género sigue siendo muy discutido y existe una importante investigación en este campo. Por lo tanto, este ensayo hace hincapié en las diferencias de género en el uso del lenguaje. El objetivo principal es averiguar cómo se puede caracterizar el lenguaje masculino y femenino, examinando un extracto de la gran variedad de diferencias en el uso del lenguaje entre los géneros. El concepto de género sólo se aborda brevemente. Para empezar, se definen los términos sexo y género, y luego se presenta el concepto de género de la popular filósofa postestructuralista Judith Butler. Posteriormente, se esbozan las diferencias de género en la comunicación, centrándose en aspectos concretos de la comunicación verbal y no verbal para tratar de averiguar qué distingue el lenguaje de las mujeres y el de los hombres. Por último, se presta atención a diversas teorías que intentan explicar las diferencias de género en el uso del lenguaje.